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Cultura no terminará las obras de la iglesia

 

En escrito de respuesta a una solicitud formulada el 8 de abril de 2009 por Miguel Almendros Alonso sobre las obras de restauración de la iglesia de Cástaras, la Delegación provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada ha comunicado, con fecha 22 de marzo de 2011, que queda fuera de sus posibilidades económicas acometer más obras en Cástaras.

Ante el peligro de derrumbe que presentaba la bóveda y techumbre de la capilla mayor de la iglesia de Cástaras, la Consejería de Cultura destinó la suma de trescientos veinticinco mil euros a la reparación del templo, que había sido declarado Bien de Interés Cultural en 2007. Las obras se llevaron a cabo en 2009 eliminando la bóveda baída y la antigua armadura, sustituidas por una sencilla armadura de pino, alistonado y teñido, completamente nueva. En la reconstrucción del tejado no se rehizo el hastial que evitaba el vertido de aguas sobre el muro norte de la torre, lo que hace prever daños futuros. También fue sustituida la armadura de la torre y restaurados los antepechos de los huecos del campanario que estaban muy deteriorados desde antiguo. Estas obras concluyeron con el enlucido interior y la restauración y limpieza exterior de los muros de la capilla mayor, quedando la evidencia de obra inacabada por el contraste entre las partes restauradas y las deterioradas, sobre todo en la fachada este de iglesia y torre.

Los técnicos encargados de los estudios previos a la restauración descubrieron el mal estado de la armadura sobre la nave, muy dañada, entre otras causas por una plaga de termitas. Por otra parte los muros del lado norte han sufrido significativos daños desde que se rellenó en 1966 el antiguo cementerio adyacente para dar paso a la carretera, al no haberse realizado acondicionamiento alguno que evite las humedades.

Una treintena de castareños vienen contribuyendo económicamente desde 2006 para la financiación de estas obras, habiendo conseguido reunir cuarenta mil quinientos euros que están a disposición de la institución que se encargue de las reparaciones.

Según informaciones difundidas por el párroco, existía un compromiso verbal entre la Curia Diocesana de Granada y la Delegación de Cultura de la Junta para acometer la segunda fase de restauración, con un coste previsto de 186.000 euros, de los que Cultura aportaría 100.000 y la Curia 36.000 a los que se sumarían cincuenta mil reunidos por castareños.

Por otra parte el Ayuntamiento de Cástaras, como responsable de las humedades en el muro norte, debería acometer las reparaciones necesarias con cargo a su presupuesto. Sin embargo, la promesa realizada al alcalde por el jefe de servicios de la Delegación de Cultura de Granada en el sentido de que este organismo se haría cargo también de subsanar dichas humedades ha motivado que el Ayuntamiento postergue las posibles actuaciones.

Así la situación, Lola Almendros mantuvo la pasada semana una entrevista con una alta funcionaria de la Delegación de Cultura a la que expresó la necesidad de que las autoridades culturales no abandonen el proyecto sino que lo lideren, pues de otra forma podría quedar inconcluso al perder la fuente de financiación más importante con que se contaba.

Por su parte, Miguel Almendros Alonso se reunió el pasado jueves con el delegado de patrimonio de la Curia para tratar del asunto, habiendo acordado celebrar reuniones con el vicario de zona y con el ecónomo de la diócesis para tratar de sacar la situación del atolladero al que la ha conducido la sorprendente decisión adoptada por Cultura.

Paralelamente se ha decidido presentar el escrito adjunto ante el delegado provincial de Granada de la Consejería de Cultura, solicitando que reconsidere el acuerdo adoptado y se proceda a realizar todas las obras que, con urgencia, necesita el templo castareño.