Castareños

 

Repobladores

 

Hombres y mujeres llegados de otras tierras para repoblar Cástaras en el siglo XVI

En 1568, poco antes de la sublevación, vivían en Cástaras alrededor de cincuenta y ocho familias moriscas. El levantamiento y la consiguiente expulsión del Reino de Granada, ocasionaron allí, como en el resto de La Alpujarra y otras zonas del reino, un drástico despoblamiento. Entre los vecinos que se habían pasado a Berbería en la primera mitad del siglo XVI; los que habiéndolo intentado no lo consiguieron y, apresados, acabarían sus días bogando en galeras, consumidos en indignos calabozos, o a saber de que manera; los que murieron a consecuencia de la rebelión y de las persecuciones derivadas, o combatiendo en las filas de Aben Humeya primero, y luego de Aben Aboo, contra las tropas mandadas por los marqueses de los Vélez y de Mondéjar, el duque de Sessa o don Juan de Austria, y los finalmente deportados a otros reinos, a finales de 1573 no debían quedar en la alquería más de tres o cuatro familias.

 

Libro de apeo y repartimiento de Cástaras y Nieles abierto por la lista de repobladores de 1574. (Ilustración elaborada a partir de una fotografía tomada por Ángel Bañuelos).

 

 

Repobladores de Cástaras y Nieles (1575)
Reinos de origen
Reino Nro. %
Totales 35 100%
Se incluyen en el cálculo al beneficiado y al sacristán con reino indefinido.
Fuente: Genaro FUENTES RODRÍGUEZ: La repoblación y repartimiento de la “Taha de Jubiles”.
Tesis doctoral inédita, Universidad de Granada, 1983.
Jaén 13 37%
Castilla 7 20%
Granada 6 17%
Galicia 2 6%
Sevilla 2 6%
Asturias 1 3%
Córdoba 1 3%
Nápoles 1 3%
Sin definir 2 6%
Distribución territorial según origen

Gráfico de elaboración propia con datos tomados de la tesis doctoral «La repoblación y repartimiento de la "Taha de Jubiles», para número y origen de los pobladores, y de Wikipedia para el mapa base con los límites aproximados de los reinos peninsulares hacia 1590.

Tal vez entre ellas estaría la de Juan de Villarreal, cristiano viejo que aparece citado como testigo conocedor en el deslinde de Juviles con Cástaras y en otros documentos de la época. Su apellido fue legado como topónimo a los Prados, «por ahí arribas», donde estaría la suerte que le correspondió, adjudicada en principio a Martín de Ortega natural de Alcalá la Real, que no se presentó al reparto. Y la de Bartolomé de la Blanca, seguramente emparentado con Antón y Juan de Blanca, los participantes en la cabalgada de Notáez citados en el apartado anterior, que recibió una suerte en sustitución de Juan de Sanmartín, originario de «Tremiño» y vecino de Granada.


Alcalá la Real


Alcaudete


Antequera


Asturias


Baena


Bedmar


Campanario

Escudo de Cástaras
Cástaras


Cazorla


Cuenca


Écija


Galicia


Granada


Huelma


Nápoles


Porcuna


Quesada


Sevilla


Torrelaguna


Valdepeñas


Valdepeñas de Jaén

 

Destacados servicios prestaría a la corona Gutierre Solís, natural de las Asturias de Oviedo, pues fue el único de los repobladores castareños al que se le adjudicaron cuatro suertes. Su apellido ha llegado hasta nosotros nombrando a la fuente Solís, cuyas aguas, aunque escasas, propiciaron la acampada de las tropas del duque de Sessa en los prados aledaños el siete de abril de 1570.

Otros repobladores distinguidos con más de una suerte fueron:

Pedro Martínez y Francisco Vílchez, naturales de Alcalá la Real con dos y una y media respectivamente; Antonio de Padilla, natural de Cazorla y Juan Gómez Leyba, cuyo lugar de nacimiento, seguramente Écija, quedó velado por la caligrafía ilegible del escribano, a los que correspondieron dos suertes a cada uno. A Bernabé Martínez, natural de Cuenca, y a Alonso de Leyba, natural de Huelma se les dotó con una suerte y cuarto, mientras que la escasez de repobladores hizo que se le asignaran  dos y cuarto a Lázaro Román, natural de Antequera, al que inicialmente se le había adjudicado sólo una como al resto de los repobladores castareños citados en los párrafos siguientes.

Existe la creencia, no por muy extendida menos errónea, de que La Alpujarra fue repoblada principalmente por gallegos. En el caso de Cástaras —y Nieles, pues la repoblación fue conjunta para ambos lugares— se ha dicho que fueron siete familias gallegas las encargadas de reiniciar los trajines seculares de arrancar a la tierra el sustento y de perpetuarse en ella. Se trata sin duda de una leyenda que los documentos conservados contradicen rotundamente como se está viendo. Según la lista de repobladores de 1574 contenida en el Libro de apeo y repartimiento, tan sólo vinieron a Cástaras y Nieles tres gallegos: Francisco Rodríguez, Álvaro Gil y Juan Lorenzo. Este último procedía de Alcalá la Real, donde debía estar asentado con anterioridad, y conocemos de su naturaleza porque está anotada en el proceso seguido contra él por la Inquisición de Granada, cuando ya llevaba trece años radicado en Cástaras.

Andalucía, por el contrario, es la región que más repobladores aportó a Cástaras, especialmente la actual provincia de Jaén con un treinta y siete por ciento sobre el total. Entre todos los lugares destaca la ciudad de Alcalá la Real, enclave esencial para la estrategia del reino nazarí de Granada dos o tres siglos antes, y destino inicial de numerosos moriscos de La Alpujarra tras la expulsión. De allí partieron hacia Cástaras los ya anotados Pedro Martínez, Francisco Vílchez y el gallego Juan Lorenzo, así como Diego López y Francisco Ruiz de Orencia, que completan las cinco familias originarias de esta ciudad de la Sierra Sur giennense, la que más individuos aportó al censo de Cástaras a costa del suyo propio.

Otros siete colonos llegaron desde lugares de la provincia de Jaén propios del antiguo Santo Reino y ubicados en la cuenca del Guadalquivir, la mayor parte en su curso alto:

Ángel Sáchez de Fuensalida, de Porcuna; Gil Martín, de Alcaudete; Manuel López, de Huelma; Eugenio de Leyba, de Bedmar; Mateo de Padilla y su presumiblemente hermano Antonio, anotado más arriba, llegados ambos desde Cazorla; y Gabriel de Medina, vecino de Quesada, cuyo apellido han venido ostentado castareños hasta hoy, aunque haya dejado de usarse para nombrar, juntamente con el de Solís, a la fuente antes citada y al barranco adyacente.

De la campiña bética cordobesa provenía Andrés de Zaragoza, natural de Baena, y de la sevillana Francisco de Santo, escribano vecino de la capital hispalense, además del ecijano ya citado Juan Gómez de Leyba.

Francisco Delgado, natural de Antequera, igual que su ya consignado paisano Lázaro Román, cambió las onduladas planicies que fecunda el Guadalhorce en el corazón de Andalucía, por aspérrimos bancales alpujarreños, regados con agua recién nacida en las cumbres de Sierra Nevada.

A dos granadinos de nacimiento y vecindad, Juan de Figueroa y su hijo Antonio Osorio, oriundos al parecer de tierras alcarreñas, les fueron adjudicadas sendas suertes «no embargante que sea vezino y natural deste reyno», sobreseyendo, como en otros casos, las condiciones de población que exigían a los nuevos colonos no ser del Reino de Granada.

Castilla la Nueva, con siete, es la siguiente región por número de repobladores, destacando la ciudad de Cuenca que envió a sus hijos Diego González y Juan Barragán y a su vecino Lucas Martínez, además del antedicho Bernabé Martínez, acaso su pariente.

El quinto castellano, de nombre Juan Díaz, sería vecino de la manchega y vinícola Valdepeñas, segregada en aquellos días de la Orden de Calatrava e incorporada al señorío recién creado por el ilustre marino granadino Álvaro de Bazán. O quizás habría que incluirlo en la nómina de jiennenses porque pudiera proceder del pueblo homónimo Valdepeñas de Jaén, en las cercanías de Alcalá la Real, fundado hacía treinta y cinco años dentro del plan de repoblación de la sierra de Jaén tras la incorporación del Reino de Granada a la corona de Castilla, del que partieron para repoblar la Alpujarra una de cada cuatro familias que lo poblaban.

Desde el fértil valle del Jarama llegó Sebastián del Campo, natural de «Tor de Laguna», la actual villa de Torrelaguna enclavada al nordeste de la provincia de Madrid. El extremeño Francisco Martín, natural de Campanario, villa de la comarca de La Serena perteneciente al priorato de la Orden de Alcántara establecido en Magacela, completaría los siete castellanos asentados con su prole en Cástaras y Nieles.

Imprevisto destino convirtió en castareño a Ángel Napolitano, llegado desde Nápoles, acaso tras alistarse en alguna compañía del Tercio viejo creado treinta años atrás en la ciudad del Vesubio cuyo gentilicio usó como apellido, y embarcar con las tropas que el comendador mayor de Castilla, don Luis de Requesens, trasladó en la primavera de 1569 con veinticuatro galeras, desde la Campania a La Axarquía, para sumarlas a las de Luis Fajardo de la Cueva, II marqués de los Vélez, en su combatir por fragosas tierras alpujarreñas.

Puerto de Nápoles, Pieter Brueghel el viejo, hacia 1558. Galería Doria Pamphili, Roma.

Ángelo Napolitano no fue el único repoblador de Cástaras con pasado militar. Tenemos noticias de que otro repoblador mencionado anteriormente, Juan de Figueroa, fue un capitán que destacó en la guarnición de Órgiva al mando de su compañía durante la guerra de La Alpujarra.[1] Tras la distribución inicial reclamó un par de suertes vacantes, que se le concedieron, porque con la que se le había asignado inicialmente «no se podía sustentar con arreglo a la calidad de su persona».[2] Junto a Juan de Villareal, Diego González y varios testigos vecinos de Notáez, participó en las operaciones de deslinde y amojonamiento llevadas a cabo por el juez Ronquillo en marzo de 1574. Al igual que sucedió con Ángelo Napolitano, ni Juan de Trillo Figueroa ni su hijo Antonio Osorio se asentaron definitivamente en Cástaras, sino que transcurrido algún tiempo intercambiaron las suertes que les correspondieron allí con las que tenía Francisco Martínez en Busquístar. Curioso personaje este capitán alcarreño, que en 1572 propuso a Felipe II un arbitrio que, de ponerse en práctica, proporcionaría a la hacienda real rentas de veinte mil o más ducados al año, a cambio del cual solicitaba mil ducados anuales para sí y sus herederos o en su lugar un oficio perpetuo en Granada[3]. Desconocemos cuales serían las ideas arbitristas de Juan de Trillo Figueroa y tampoco sabemos si llegarían a materializarse ni si lograría los provechos que solicitó.

Repobladores de Cástaras y Nieles (1575)

Nombres y naturaleza o vecindad de origen

Nombre NV Procedencia Nombre NV Procedencia
N.- Natural; V.- Vecino; VN.- Natural y vecino.
Fuente: Genaro FUENTES RODRÍGUEZ: La repoblación y repartimiento de la “Taha de Jubiles”. Tesis doctoral inédita, Granada, 1983.
1 Gutierre Solís N Asturias de Oviedo 18 Manuel López N Huelma
2 Pedro Martínez N Alcalá la Real 19 Juan de Figueroa VN Granada
3 Antonio de Padilla N Cazorla 20 Antonio Osorio. VN Granada
4 Juan Gómez Leyba N Écija 21 Francisco Martín N Campanario
5 Francisco Vílchez N Alcalá la Real 22 Gabriel de Medina V Quesada
6 Bernabé Martínez N Cuenca 23 Andrés de Zaragoza N Baena
7 Alonso de Leyba N Huelma 24 Gil Martín N Alcaudete
8 Lázaro Román N Antequera 25 Juan Barragán N Cuenca
9 Francisco Rodríguez N Galicia 26 Ángel Napolitano N Nápoles
10 Alvaro Gil N Galicia 27 Juan de Villarreal V Cástaras
11 Diego González N Cuenca 28 Ángel Sáchez de Fuensalida N Porcuna
12 Diego López N Alcalá la Real 29 Lucas Martínez V Cuenca
13 Francisco Ruiz de Orencia N Alcalá la Real 30 Bartolomé de la Blanca V Cástaras
14 Juan Díaz V Valdepeñas 31 Francisco de Santo V Sevilla
15 Juan Lorenzo V Alcalá la Real 32 Eugenio de Leyba N Bedmar
16 Sebastián del Campo N Tor de Laguna 33 Mateo de Padilla N Cazorla
17 Francisco Delgado N Antequera    


Tras la adjudicación de suertes de 1575, hubo bastante embrollo con repobladores que renunciaban, nuevos que los sustituían, intercambios de suertes entre los de Cástaras o con los de otros pueblos, etcétera, de forma que es difícil establecer una lista matriz de repobladores. Hemos optado, entre las varias posibles, por la que Genaro Fuentes elaboró para su tesis doctoral La repoblación y repartimiento de la “Taha de Jubiles” con la situación aproximada a principios de 1575.

Panorámica de Alcalá la Real con el castillo de la Mota (izquierda); vista de la alcazaba de Santa María de Antequera (centro); y fachada de la catedral de Cuenca (derecha), tres ciudades que aportaron repobladores a Cástaras. (Fotografías publicadas en Wikipedia, de donde se han tomado bajo licencia GNU).

En el trabajo Repoblación y demografía del concejo de Cástaras y Nieles, publicado en 2008, Ángel Bañuelos aborda el estudio de este periodo, aportando antecedentes de repobladores omitidos en la anotada tesis. Así hemos sabido que Ángelo Napolitano duró poco en el pueblo, dejando la suerte que le había correspondido en manos de Domingo de la Llana, que figura en la lista de primeros pobladores de Busquístar, llegado desde “Las Montañas”, algún lugar de las Asturias de Santillana en la actual provincia de Santander. Al sevillano Francisco de Santa Cruz lo sustituyó Baltasar Alonso, llegado a Cástaras desde una de las once parroquias que conforman el Valle de Monterrey en la comarca orensana de Verín. Baltasar era hermano del ya citado repoblador gallego Álvaro Gil, según declararon varios testigos en el expediente matrimonial de Magdalena Rosel, biznieta por línea materna de Álvaro, que se casó en 1667.[4] Con Baltasar tendría alguna relación Tomasa Rodríguez, la cual llegó a Cástaras proveniente del mismo concello en sustitución del antequerano Juan Delgado. Otra mujer, María Alonso, cuyo origen no se especifica en el trabajo de Bañuelos, reemplazó al baenense Andrés de Zaragoza. Pedro García, extremeño de Jarandilla, localidad enclavada al pie de la sierra de Gredos en la comarca cacereña de La Vera, sustituyó al también extremeño de Campanario Francisco Martín. Juan de Folgoso ocupó el lugar de Francisco Ruiz desde Arenas del Obispado, población que identificamos con la actual Arenas de San Pedro, cuyo complemento de pertenencia, concerniente al santo franciscano alcantarino, se incorporaría al topónimo mediado el siglo XVII. Por último Ángel Bañuelos informa que Marcos Navarro, de Alcalá la Real, ocupó el lugar de Pedro de Padilla, natural de Cazorla. Este último no está relacionado en la tesis de Genaro Fuentes que sin embargo sí incluye a dos repobladores de la misma localidad, Mateo y Antonio, con idéntico apellido. Tampoco aparece relacionado, ni por Bañuelos ni por Fuentes, Miguel Martín, vecino de Tragacete (Cuenca) que según Faustino Rodríguez Monteoliva, citando los folios 120 a 122r del Libro de apeo y repartimiento de Cástaras y Nieles, ocupó en mayo de 1575 la suerte que dejó en Nieles Juan Barragán, al ocupar en Cástaras «la suerte y ventaxa de Hernando Durán, que no vino a la Población».

En 2009, Bañuelos vuelve a tratar del Libro de apeo y repartimiento de Cástaras y Nieles, para redundar sobre lo ya publicado y formular nuevos resultados de sus investigaciones bajo el título Apeo y repartimiento de Cástaras y Nieles. Además de repasar lo tratado en anteriores estudios, expone, en un completo, aunque breve trabajo sobre el reparto de tierras, animales, árboles y armas llevado a efecto entre los repobladores, datos que permiten distinguir a éstos por su lugar de asentamiento. Ya no podemos decir, como apuntamos en pasadas ediciones de esta página, que desconocemos los repobladores asentados en Nieles y en Cástaras. En la tabla siguiente hemos tratado de condensar, resumir, e informar del número de miembros de cada familia y de la composición de las suertes que correspondieron a cada uno de los nuevos vecinos radicados en ambas aldeas del naciente concejo, distinguiéndolos también por el lugar de asentamiento:

Repoblación de Cástaras y Nieles

Reparto de personas y suertes (ganado, tierras y armas)

Nombre L P S R V SE M/O O SB G B A
L.- Localidad: (C.- Cástaras; N.- Nileles); P.- Individuos: S.- Suertes; R.- Marjales de riego;
V.- Marjales de viñas; FS.- Fanegas de secano; M/O.- Morales/onzas de seda; O.- Olivos; SB.- Sembrado;
G.- Ganado: (p.- puercos, c.- cabras, v.- vacas, o.- ovejas);
B.- Bagajes; y A.- Armas: (a.- arcabuz, b.- ballesta).
Las casillas en blanco indican que se desconoce el dato o que no ha sido publicado.
Tabla de elaboración propia con datos procedentes de: Ángel BAÑUELOS ARROYO: Apeo y repartimiento de Cástaras y Nieles. Asociación Cultural de Cástaras y Nieles, Cástaras, Granada, 2009, pp. 41 - 43 y 47 - 48.
1 Gutierre Solís C 4 4 90 57 28 210/16 13 6 4 p 1 2 a
2 Pedro Martínez C 4 2 34 28 13 92/8 7 12 4 p 0 1 a
3 Antonio de Padilla C 5 2 33 28 14 110/8 10 0 0 1 1 a
4 Juan Gómez Leyba N 8 2 43 28 11 108/8 8 25 50 c 1 1 a
5 Francisco Vílchez C   2 28 14 7 114/8 18        
6 Bernabé Martínez N   17 14 6 73 6        
7 Alonso de Leyba C 6 4 8 7 56/4 3 6 50 c 0 0
8 Lázaro Román C 5 57 22 14 57/5 8 2 0 0 0
9 Francisco Rodríguez N   1 17 14 7 49/4 7        
10 Alvaro Gil C 1 1 14 14 4 51/4 15 3 4 v 1 0
11 Diego González C   1 17 14 4 49/4 4        
12 Diego López C 4 1 28 14 7 51/4 13 3 10 c 1 0
13 Francisco Ruiz de Orencia C 4 1 23 20 7 82/4 5 3 4 p 1 1 a
14 Juan Díaz C 5 1 17 14 7 65/4 5 0 0 0 0
15 Juan Lorenzo C   1 20 14 8 55/4 5        
16 Sebastián del Campo N 6 1 29 14 7 58/4 4 0 0 0 1 a
17 Francisco Delgado C 4 1 17 14 7 50/4 4 8 20 p 0 1 a
18 Manuel López C   1 15 14 7 38/4 3        
19 Juan de Figueroa C 3 1 17 14 7 74/4 6 2 12 p 2 1 a
20 Antonio Osorio C 1 1 17 14 8 30/4 3 0 0 0 0
21 Francisco Martín C   1 17 6 7 81/4 5        
22 Gabriel de Medina                        
23 Andrés de Zaragoza N 3 1 15 14 6 32/4 3 3 4 v 1 1
24 Gil Martín C 5 1 17 14 8 48/4 9 0 0 0 1 a
25 Juan Barragán N   1 27 14 6 70 4        
26 Ángel Napolitano C 3 1 17 14 7 51/4 4 1 0 1 1 a
27 Juan de Villarreal C 7 1 17 14 7 52/4 9 0 0 0 0
28 Ángel Sáchez de Fuensalida                      
29 Lucas Martínez N 3 1 27 15 7 68/4 9 0 50 o 1 0
30 Bartolomé de la Blanca C 1 1 16 14 7 54/4 3 2 0 0 1 b
31 Francisco de Santo N 1 1 15 8 3 57/4 8 2 1 v 1 0
32 Eugenio de Leyba N 1 1 37 14 7 75/4 4 0 50 c 2 0
33 Mateo de Padilla N   1 21 14 7 72/4 4        
34 Alonso Carrasco   1             3 4 v 0 0
35 Antón Rodríguez Hidalgo   5             0 14 p 0 1 a
36 Baltasar Alonso N   1 15 14 11 58/4 7        
37 Bartolomé de Salazar   8             0 0 0 1 a
38 Bernabé Martínez   2             3 50 c 1 1 a
39 Diego de Quesada   1             0 0 0 1 a
40 Diego González   1             5 0 0 1 a
41 Francisco García   2             0 0 0 0
42 Francisco Martín   6             0 8 p, 20 o 0 1 a
43 Gabriel Hernández C   1 17 14 7 40/4 4        
44 Gonzalo Martínez   2             0 12 p 0 1 b, 1 a
45 Juan Delgado   1             4 4 v 0 1 a
46 Martín de Ortega   3             0 0 0 1 a
47 Miguel Sánchez N   1 17 14 7 47/4 4        
48 Pedro de Padilla C 3 15 14 7 77/4 5 0 0 2 1 a
49 El beneficiado C   1 25 14 8 37/4 4        
50 El sacristán C   1 17 14 1 48/4 3        

 

Aunque estrictamente no pueden ser considerados repobladores ni el beneficiado ni el sacristán, los hemos incluido en la lista para informar de las suertes que les fueron reservadas.

Ignoramos quienes desistieron de su propósito inicial y buscaron la fortuna en otras tierras, y los que se incorporaron al nuevo concejo tras el reparto de 1575, buscando también el porvenir. Se sabe que una década más tarde, entre los dos lugares sumaban veinte vecinos, once en Cástaras y nueve en Nieles, pero dejaremos por ahora de indagar en este asunto, recomendando la lectura de los mencionados trabajos, publicados en julio de 2008 y de 2009, por la Asociación Culturar de Cástaras y Nieles en su colección Cuadernos.

* * *

Sean estas relaciones testimonio de nuestra estima por estos olvidados hombres, tratados con dureza por la vida, a los que debemos parte de nuestra identidad castareña.

 


  • [1] Puga Barroso, José Luis (2006). El señorío de Órgiva y su repoblación en tiempos de Felipe II. Málaga, Universidad de Málaga,  p. 218.
  • [2] Bañuelso Arroyo, Ángel (2009). Apeo y repartimiento de Cástaras y Nieles. Cástaras, Asocicación Cultural de Cástaras y Nieles, p. 44, refiriéndose al Libro de Apeo y Repartimiento de Cástaras y Nieles, f. 228r.
  • [3] Archivo General de Simancas, CJH, 132-21 [16].
  • [4] Estos datos sobre Baltasar Alonso nos han sido comunicados en 2014 por Emilia Fernández Périz que los obtuvo investigando su genealogía familiar.