Un cielo recién nacido
cantado entre piedras va;
no sabe lo que es un río,
no sabe lo que es el mar.
Cuando crezca como yo
¡qué lástima!, lo sabrá.
Manuel Benítez Carrasco
Todas las aguas recogidas en el territorio y las que brotan en sus abundantes manantiales son conducidas por arroyos, barrancos y ramblas de caudales muy irregulares hasta el río Guadalfeo que marca las cotas más bajas del término entre los 710 metros de altitud, al cruzar el límite del municipio por el este y los 660 metros, al interceptarlo por el oeste.
Surcan la mitad norte en sentido norte-sur los siguientes barrancos:
Arriba: el
barranco de la Fuente Solís en uno de sus pocos remansos.
Abajo: chorrera y poza del mismo barranco. (Fotos:
Ángel Bañuelos).
En la mitad meridional, corriendo de sur a norte y casi siempre secos, tenemos dentro de nuestro término:
Izquierda: poza en el barranco de la Alberquilla a su paso por la Fuente Baja junto a la Cueva Fresca. Centro: chorrera en el barranco de la Fuente Solís en el pago de la Piedra Jorá. Derecha: vista de la Rambla de Cástaras desde el Cerro de Mansilla, enmarcada por las faldas de la Coronilla de Nieles y de la Loma del Cortijo de don Juan, (a la izquierda) y el Pedro Jiménez (a la derecha). Abajo en primer término a la izquierda, el barranco Hondo. Al fondo la Contraviesa. (Fotos: Izquierda y centro, Mª Pilar Mezcua; derecha Ángel Bañuelos).
Por el centro, arrancando en los aledaños del cortijo de la Hoya de Arzao, baja desde lo alto de la Contraviesa, pasando junto a los Baquetas y desembocando en el Guadalfeo rayano a la Venta Barceló, un barranco de cuyo nombre no estamos seguros por lo que agradeceremos cualquier aclaración que se nos pueda facilitar. En el Mapa Topográfico de Andalucía está sin nombre. En la información que ofrece la Oficina Virtual del Catastro se denomina barranco el Arco. Algún paisano nos informa de que se conoce como barranco de los Molinos.[1]
Izquierda: La sierra Contraviesa vista desde la torre. A la izquierda la Hoyuela de los Garcías y la Rambla o barranco de Verdevique. Por el centro el ¿barranco de los Molinos?. Arriba a la derecha el barranco de la Toba. En primer término la Loma del Cortijo de don Juan. Derecha: La Piedra Jorá. (Fotos: Jorge García (izquierda) y Mª Pilar Mezcua (derecha)).
En la mitad norte del municipio hay muchos manantiales, todos de exquisitas aguas, entre los que citaremos:
Vistas del nacimiento de la Fuente Solís (abajo) y de la inconfundible piedra cubierta de yedra que marca su ubicación. (Fotos: Ángel Bañuelos).
A la izquierda el nacimiento de la Fuente Baja y a la derecha el del Barrio Medio, ambos alimentando a los viejos lavaderos. (Fotos: Mª Pilar Mezcua).
La fuente de arriba de Nieles. (Foto: Ángel Bañuelos).
La Acequia Real de Cástaras a su paso por El Partidero. (Foto: Mª Pilar Mezcua).
A todas estas aguas se suman las trasvasadas desde la vecina cuenca del río Trevélez a través de la Acequia Real de Cástaras, construida para fertilizar nuestra vega, según creemos, en la primera mitad del siglo XVIII aunque puede que tenga sus orígenes en tiempos medievales. Sus aguas riegan los pagos de La Calera, Los Hinebrales, Prados de Villarreal, Roza de Ramos, barranco de la Alberquilla, Los Peñoncillos, Cañada de las Grajas, Llano, Suerte, barranco de la Torna, Cerecillos, Prado Simón, Criadero de la Fuente de los Berros, Hoyo del Quinto, Pedregales, Prado Nogal, Arroyo de Juviles, barranco del Gayumbar y Cortijo del Collado, con una superficie total de 185,51 hectáreas.[2]
Para apagar la secular sed de cortijos y pueblos de la Contraviesa, se ha construido un sistema sifónico compuesto por tres balsas: una a 1.370 metros de altitud, en lo alto de la Contraviesa al borde sur del límite municipal y dentro de él, con 450.000 metros cúbicos de capacidad, y las otras dos, a 1.500 metros de altitud, separadas aproximadamente 500 metros, en el pago de El Partidero, unidas por el sifón del Guadalfeo, una tubería de nueve kilómetros que recorre el término de Cástaras de norte a sur. El sistema se alimenta con aguas procedentes de la Acequia Real de Cástaras tomadas por encima del Portichuelo por lo que sorprende que llamen balsa de Torvizcón a la ubicada en lo alto de la Contraviesa.
La que llaman pantaneta de Torvizcón, situada en lo alto de la Contraviesa en término de Cástaras. Al fondo el Mulhacén y la mitad oriental de Sierra Nevada. (Foto: Jorge García).
A lo largo de los siglos, conforme se fue roturando el terreno convirtiéndolo en regable, se construyeron acequias y albercas para controlar adecuadamente el flujo del preciado e insustituible elemento. Salvo la Acequia Real de Cástaras, las demás, en su modestia no tuvieron ni tienen, las que quedan, nombre alguno; cuando hubieron de nombrarse, el pago que cruzaban les prestó el suyo. Lo mismo ocurre con las albercas. Éstas son numerosas en la mitad norte del municipio. El abandono, desuso y pérdida de utilidad, han provocado que haya bastantes anegadas y casi desaparecidas bajo feraz vegetación. Sin embargo aún quedan algunas en pleno uso, limpias, remodeladas, ampliadas y hasta reconstruidas con materiales modernos que permiten un mejor aprovechamiento del agua. A modo de ejemplo citaremos algunas:
La alberca del Molino, la de Fausto o alberca de la Fuente Baja, El Albercón, y la alberca del Barrio Medio, anegadas las dos primeras y en uso las otras dos. No conocemos el estado de las siguientes: alberca de la Torna, del Gayubar, de la Piedra Jorá; del Marjal debajo del Barrio Alto; de la Calera justo encima de la carretera, construida para aprovechar las aguas que nacen allí mismo; de lo Hondo, de la Sendilla, las dos de la Rambla y la del Cerro en Nieles.
Alberquilla del Hundidero, construida en 1958 por Juan el de Enrique para aprovechar las aguas sobrantes de la fuente del Barrimedio de abajo. (Foto: Jorge García, 2012).
[1] Así aparece también denominado en el mapa que dibujó Manuel Rodríguez Mezcua en 1791 como anejo a su informe para el Diccionario Geográfico de Tomás López, si bien creemos que se refiere a un afluente que parte de las proximidades del cortijo de los Castros y se le une un poco más arriba de la carretera de Torvizcón a Cádiar.
[2] Según la Ordenanza de la Comunidad de Regantes. (Comunicación verbal de Ángel Bañuelos).
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Fecha de publicación: |
21-5-2006 |
Última revisión: |
30-03-2023 |